En Estados Unidos cada persona construye su credit history o historial de crédito, que se usa para casi todo lo que quiera contratar en su vida, ya sea un seguro médico, un préstamo hipotecario o incluso un plan de Internet.
Los americanos, desde muy jóvenes, suelen pedir préstamos para financiar diversos gastos como coche o estudios y, con ello, empiezan a constituir su historial de crédito o credit history. Dicho historial es como la vida laboral en España, pero en este caso se refiere a la vida de pagos del individuo. En él, aparecen todos los pagos a crédito que la persona ha realizado en su vida cuando ha contratado cualquier tipo de servicio, y refleja si pagó a tiempo o no, puntuando cada operación y dando como resultado un número que refleja lo buen o mal pagador que és.
Dicho historial, que va asociado al Social Security Number, es muy útil para las empresas, especialmente los bancos, cuando han de prestar dinero o financiar una compra. Además, en ciertos servicios como la electricidad o un plan de internet, donde hay riesgo de impago y costes fijos que se devuelven mensualmente (gastos de instalación, coste del router, etc), también es útil para prever si el cliente será honesto. De esta forma, siempre que alguien desee contratar estos servicios o por ejemplo alquilar un apartamento, van a revisar su historial de crédito y con ello valorar si necesita depósitos de garantía adicionales, el tipo de interés o incluso sí puede recibir el servicio (una muy mala puntuación en el credit history puede hacer que la empresa rechaze vender o prestar el servicio). El historial de crédito se recopila por tres agencias privadas con la información que les proporciona las entidades que prestan o que venden.
Este sistema de garantías, supone una importante barrera para los extranjeros, ya que, cuando llegan al país, no tienen historial de crédito y ello implica dificultades para acceder a alquileres, préstamos o servicios, que, en general, se resolverán con grandes depósitos o mayores costes. (por ejemplo la compañía telefónica AT&T exige depósitos de hasta 500$ por la activación del servicio si no se tiene historial). Aunque la mayoría de los depósitos se reembolsan tras meses o años de uso, algunos de ellos son non-refundable. (AT&T no devuelve 250$)
Empezar a construir un historial de crédito para un extranjero no es sencillo y la decisión de obtenerlo dependerá del tiempo que tenga previsto estar en el país y el motivo de su estancia. Para estancias menores de 3 años y sin intención de pedir préstamos elevados, en general, no merece la pena.
La base para constituir un buen historial es pedir créditos y devolverlos en tiempo y forma. El primer paso es tener Social Security Number (SSN), que, no todos los visados lo permiten. Por ejemplo, para un estudiante, el SSN se consigue a petición de la universidad, si va a trabajar en el campus o en el período de OPT. Si sólo está estudiando, muy posiblemente no le concendan dicho número. El SSN se pide en la Social Security Administration. En general, se concederá SSN si el estatus migratorio da derecho a trabajar.
Una vez que se dispone de SSN, la forma más fácil es acudir a un banco y solicitar una tarjeta de crédito asegurada. El banco exigirá un depósito y dará crédito hasta el valor de ese depósito. En cierta forma, nos estaremos prestando dinero a nosotros mismos, pero a través de un banco que se llevará los intereses. Sin embargo, cada vez que hagamos una compra con dicha tarjeta y le devolvamos el dinero al banco, ello se reflejará en el historial de crédito. Cuando dicho historial o puntuación alcance cierto nivel, se concederá acceso a tarjetas de crédito normales y se rebajarán las necesidades de depósitos y otras garantías. Se considera que el período mínimo que hay que pasar con la tarjeta asegurada es de seis meses, y dependerá del número de compras y reintegros realizados.
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